lunes, 3 de septiembre de 2007

Septiembre


La vida sigue teniendo ese sarcástico humor tan terrible que hace que los días sean completamente azules a pesar de que para mi son grises. De un profundo color gris.



Dentro de mi, intento rehacerme del malestar de la pérdida de un amor, porque sé que la vida tiene que darme más días de satisfacción que de postrera agonía, al fin y al cabo el purgatorio, tiene que tener su sitio de satisfacción dentro de su profunda tristeza.



Es muy pesado levantarse por las mañanas y tener que luchar con todo y con todos, sin embargo, no nos engañemos, la satisfacción de verme hundida es algo que no pienso dar a ver en este circo informático, es posible que haya caído, pero mi tristeza es más literaria que personal. Alguna finalidad tenía que tener.



No me gusta nada de lo que me rodea, ni mi ropa, ni mi cuarto, ni los colores que adornan mi visión conceptual del mundo. Así que despues de trabajar he decidido salir a pintar, salir a pintar de colores oscuros los jardines florecidos, pero en mi cuaderno aparecen yermos por el frío, de pintar naturalezas dormidas, animales ausentes.



Ya está aqui septiembre...



- Ya estas aquí querida.



-Lo prometido es deuda, Plutón, he vuelto.



-Este es tu hogar, no lo olvides. No me hagas salir a buscarte.



-No lo haré.

3 comentarios:

Balaguera dijo...

Es bueno que digas la pérdida de "un" amor, no "del" amor.
Eso quiere decir que aún queda, y quizá sobre, fuerza para el día a día.

No quiero resultar un zalamero, pero es lo que me ha parecido intuir al leer el texto.

Jeanne dijo...

El amor no se pierde de un día para otro. Yo no he dejado nunca de querer así ni conozco a quien lo haya hecho.

El texto va de eso en parte.

Balaguera dijo...

Bien.