Una sluagh estaba sentada al borde un barranco, se le acercó una sidhe luminosa que la observaba desde la distancia infinita, que no separa a dos puntos pero sí a dos seres mágicos tan distintos.
Veía el pesar la emoción acuosa que se derramaba de los ojos de la oscura criatura fémina y caían al vacio creando un instante de arcoiris involuntario.
-Eh, ¿qué te pasa?
La sluagh tan solo la miró con asombro de que le importase a esa criatura de cabellos dorados y ojos azules como cielo estival el porque se sus sentimientos.
-No puedo olvidar.
Se acercó un poco más haciendo crecer miles de margaritas a su paso que brotaban de la tierra emanando un dulce olor y un sonido a palomitas calientes, se arrodilló le puso el brazo en el oscuro hombro y dijo:
-¿Qué quieres olvidar?
Una lágrima negra como el carbón brotó de su ojo izquierdo tiznando su cara como si fuese un carboncillo.
-A un amor que se fue...
La angelical criatura se puso de pie, miró al acantilado, abajo había un pueblecito muy bonito, con casitas de piedra y paja, de cuyos techos salian tímidas chimeneas que emanaban olores a comida y dulces recien hechos. Entre ellas salía un río. La niña, con los brazos cruzados, pensó y pensó y tuvo una idea. Se miró en uno de los bolsillos de su bonito mandil blanco y sacó una semilla.
-Te voy a regalar una ciudad, una ciudad con un río, y con todo lo que tu quieras. ¿Qué quieres que le ponga?
La niña sorbió su naricita y levanto la vista a la alegre cara de la sidhe. Se secó las lágrimas y tras unos segundos pensativos dijo:
-Quiero un castillo tétrico.
-Hecho
-Con unas enormes gargolas de piedra con ojos de espejo.
-Las más temibles.
-Y con unas chimeneas con fuego del averno
-Fácil
-Y con una capilla tétrica con su roseton.
-Con los colores más lugubres.
-Y con habitaciones con camas grandes de madera oscura.
-De ébano
-Y oscuros terciopelos.
-Intensos como el frío del invierno.
- Y doseles de las telas más lugubres que hayas visto.
-Y les pondré bordados tétricos.
-Y árboles secos en el jardín y rosales deshojados.
-Todo apunto.
-Donde viva él...
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